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calvino en capítulos

Juan Calvino, ¿el déspota de Ginebra?

Infancia y años de estudio

Conversio a la Reforma

De la primera a la segunda estadía en Ginebra

Estructura de la Iglesia de Ginebra

Los últimos años

© Georg Plasger/reformed-online.de

calvin bio

De la primera a la segunda estadía en Ginebra

En Basilea Calvino toma el seudónimo de "Lucianus“, un anagrama de la forma latina de su nombre, Calvinus. Sigue trabajando en su catecismo para los reformados de habla francesa. Termina la obra en agosto de 1535 , y se imprime en marzo del año siguiente. Aparte de la redacción este catecismo que titula "Institutio christianae religionis“ (Institución de la Religión Cristiana), sigue estudiando la Biblia, las obras de Martín Lutero, Felipe Melanchthon y Martín Bucero. A más tardar ahora aprende hebreo y lee los escolásticos. Debe haber trabajado muchísimo.

En abril de 1536, justo después de la publicación de su "Institutio“, Calvino viaja a París para ver a sus hermanos. De ahí quiere seguir a Estrasburgo donde espera encontrarse con Bucero y otros correligionarios. Sin embargo, no puede tomar el camino más directo porque una vez más el rey Francisco I. de Francia y el emperador Carlos V. estaban en guerra. Así es que va por Lyon y Ginebra – con consecuencias considerables. Porque justamente ahí en Ginebra se produce el famoso encuentro entre Guillermo Farel y Juan Calvino.

Este último lo describe así:

„El camino más corto a Estrasburgo, adonde me quería retirar, estaba cerrado por la guerra. Por eso pensaba estar aquí (en Ginebra) sólo de paso, sin quedarme más que una noche. Aquí, poco antes el papado había sido abolido por este hombre recto que mencioné antes (Farel), y por el magister Pierre Viret. Pero las cosas todavía no evolucionaban como correspondía, y entre los ciudadanos existían feas disidencias y partidismos. En ese momento me descubrió un hombre [du Tillet] y me presentó a los otros. En consecuencia, Farel, quien estaba iluminado por un maravilloso celo de fomentar el Evangelio, hizo muchísimos esfuerzos por retenerme. Y cuando supo que yo quería mantenerme libre para mis estudios privados, y cuando vio que con ruegos no lograba nada, empezó a maldecirme: que Dios condene mis estudios y mi tranquilidad si yo me retiraba en una emergencia tan grande y no apoyaba la Reforma. Estas palabras me perturbaron y asustaron profundamente, tanto que renuncié a mi viaje planificado. Pero consciente de mis temores y mi timidez, no quería por ningún motivo ser obligado a asumir un cargo determinado.“ (Juan Calvino, Prólogo al Comentario de los Salmos, citado según la biografía arriba mencionada).

La Reforma había sido introducida en Ginebra en 1535. Farel ya había logrado muchos cambios. Pero como la Reforma había sido impuesta por el Consejo de la ciudad también para lograr una mayor independencia de los obispos, faltaba arraigar sus contenidos. El partido católicorromano seguía con mucha influencia, y Farel solo estaba sobrepasado. Así es como Calvino se queda en Ginebra, ni como pastor o predicador, sino como "lector de la Santa Escritura en la iglesia de Ginebra“. Muy luego, sin embargo, es invitado a predicar y a apoyar la formación de la iglesia.

En 1537, Calvino envía una propuesta para la reorganización de la iglesia al Consejo de la ciudad. Aquí se puede observar una característica básica de la Teología de Calvino: su prioridad es siempre la forma que tiene la iglesia, y por lo tanto, cómo vive. No adhiere al concepto de los bautistas que consideran la iglesia como una comunidad exclusiva de los elegidos. La iglesia es más bien, según Calvino, la comunidad de los fieles que se comprometen con ella libremente. Calvino y Farel redactan una confesión en francés (Confession de Foi) que debe ser firmada por todos los habitantes de Ginebra, "para determinar quién quiere profesar el Evangelio y quién prefiere pertenecer al reinado del Papa en vez del reinado de Cristo“. Calvino introduce más cambios: A partir de ahora, en los cultos se cantan salmos, hasta el día de hoy día una característica de las comunidades reformadas en todo el mundo. Se introduce la catequesis, y se redacta un catecismo, mucho más corto que la "Institutio“ y muy parecido al Catecismo Menor de Lutero.

Pero las propuestas reformatorias de Calvino son difíciles de aceptar para el Consejo, y las aprueba sólo después de muchas vacilaciones. El conflicto estalla cuando se solicita a los ciudadanos de Ginebra firmar la confesión preparada. Muchos no lo quieren hacer, y las tensiones entre católicos y evangélicos aumentan a raíz de este experimento fracasado. Fue un error de Calvino insistir tanto en las firmas. Crece la resistencia hacia él. En 1538, los partidos de oposición de tendencia más bien católica ganan terreno. Aparte de la inquietud generalizada en la población, los anabaptistas causan otros problemas más. Surgen acusaciones graves contra Calvino y Farel, p.ej. que Calvino sería un adherente a la antigua secta de los arianos, que niega la naturaleza divina de Cristo.

Esta afirmación no puede tocar a Calvino que es un teólogo lejano al arianismo. Ni siquiera responde a los reproches, por lo cual el asunto es llevado a Berna (con la cual Ginebra a firmado un contrato de ayuda mutua) donde la actitud de Calvino es vista como sospechosa. No hay consecuencias, pero la posición de Calvino en Ginebra se debilita por las imputaciones. En las elecciones de 1538 gana la oposición, y el nuevo Consejo prohíe que Calvino y Farel prediquen el Domingo de Resurrección. Calvino y Farel predican igual, y son destituídos de sus cargos. Dentro de tres días tienen que abandonar la ciudad. El tiempo en Ginebra parece un episodio corto; fueron apenas dos años que Calvino pasó en la urbe.

Calvino desea retornar a Basilea y seguir con sus estudios, mientras Farel es llamado a Neuchâtel en julio del mismo año. Los amigos critican a Calvino por ser muy obstinado. El mismo admite haber actuado demasiado voluntarista. Decide, por ende, no aparecer más en público sino optar por la vida retirada de un científico. Durante un buen tiempo, rehúsa acceder a la solicitud de la ciudad de Estrasburgo de ocuparse allá de los refugiados franceses. Por fin decide ir, especialmente debido a la insistencia de Martín Bucero y Wolfgang Capito. En 1538, Estrasburgo es uno de los centros más importantes del protestantismo alemán. Bucero y Capito se mantuvieron teológicamente independientes aunque se habían adherido, en 1536, a la Reforma de Wittenberg. Bucero es considerado como el líder más imprescindible de las negociaciones del partido evangélico.

Entonces Calvino se convierte en pastor de la comunidad de refugiados franceses y la forma según el modelo de Estrasburgo. Adopta el orden de culto de Estrasburgo, introduciéndole sólo algunos pequeños cambios. Aparte de este trabajo tiene una cátedra para exégesis en la recién fundada universidad, donde interpreta el Evangelio según Juan y algunas de las epístolas de Pablo. Estos comentarios también aparecen impresos. Sobre todo trabaja en una nueva edición de su "Institutio“ que se publica en 1539. Esta al inicio había sido un catecismo detallado, muy orientado por la teología luterana; ahora es una gran obra de dogmática independiente. El tiempo de Calvino en Estrasburgo es bien empleado: Cada semana dicta sus conferencias, predica cuatro sermones, elabora sus libros; viaja varias veces para participar en los Diálogos sobre la Religión (p.ej. 1539 en Frankfurt/Meno). Allí es donde Calvino conoce a Melanchthon, y nace una profunda amistad. El compañero más cercano de Lutero se convierte en amigo de Calvino. Durante toda su vida, Calvino muestra gran respeto frente a Lutero (y éste también encuentra palabras gentiles para Calvino), pero en los últimos años de vida de Lutero, Calvino tiene cada vez más dificultades con la testarudez de éste.

En la opinión de Calvino, las comunidades luteranas en Alemania no ponen el acento necesario en la vida al interior de la iglesia, y siguen todavía muy apegados a la liturgias y rituales del culto católicorromano. Igualmente problemática le parece su dependencia de los príncipes territoriales. La situación en Estrasburgo, sin embargo, se presenta más promisoria para Calvino, así que durante un tiempo parece que ha encontrado su lugar definitivo. En 1539 solicita y obtiene los derechos ciudadanos de la pequeña república. También mejora su situación económica, después de que inicialmente había tenido que vender parte de sus libros para sobrevivir.

En su entorno, se busca incluso casar al reformador; él mismo no parece haberse acercado demasiado a la idea. Dos intentos de cupido fracasan, pero finalmente Calvino se deja convencer de casarse con Idelette de Bure, viuda de un anabaptista a quien él mismo había convertido. En 1540 llega Farel de Neuchâtel para celebrar la boda.

Mientras, en Ginebra las cosas no han evolucionado bien. Después de la partida de Calvino y Farel, la vida eclesiástica se ha desordenado. Algunos amigos de Calvino intentan desconocer a sus sucesores. Calvino interviene, exigiendo el reconocimiento de los nuevos pastores. Las cosas se calman, pero la situación sigue incierta. Berna intenta controlar a Ginebra. Los sucesores también son expulsados de la ciudad. Se teme un conflicto armado. Los reformados logran convencer a una parte de los adversarios que el orden sólo puede ser repuesto si Calvino retorna lo antes posible. El 20 de octubre de 1540, una delegación viaja a Estrasburgo para pedirle a Juan Calvino que vuelva a Ginebra. Calvino duda, pero finalmene rehúsa. Farel apoya a los mensajeros de Ginebra para convencer a Calvino de que tiene que volver, Bucero, en cambio, quiere que permanezca en Estrasburgo. El esfuerzo por reclutar a Calvino toma más de medio año, hasta que éste accede a volver por unas semanas a Ginebra. Finalmente, el 13 de septiembre de 1541, Calvino llega a Ginebra: en contra de sus planes, no se quedará tan sólo algunas semanas, sino que el resto de su vida.